Hoy os voy a explicar cómo ver el síndrome del yacente o fantasma en el árbol transgeneracional.
Fantasma o Yacente horizontal:
Es el caso del también llamado “hijo de sustitución”. Nace un niño, por ejemplo, se llama Antonio, y muere. Después de la muerte de éste, nace otro niño y le vuelven a poner Antonio.
Los padres ponen el mismo nombre al niño que nace después. Antonio vive en la mente de Antonio. Además, el segundo niño es más que probable que nunca se sienta querido ni reconocido por su familia, por más afecto que reciba siempre habrá una carencia. El motivo es claro, todo lo que los padres le dan al segundo niño, inconscientemente se lo están dando al primero. El segundo no tiene identidad, ni siquiera nombre propio, hereda el de su hermano fallecido.
Otra forma de yacente o fantasma horizontal, son los abortos.
Utilizaré una metáfora para explicar esto: Imagina que la concepción es igual a comprar un billete de avión. La mayoría sabemos que en los aeropuertos, una vez que vas a embarcar, enseñas tu billete y pasas por un tubo que te lleva a la puerta del avión (si tienes suerte y no te toca coger autobús). En este caso el avión es el nacimiento, enseñar el billete la concepción y el rato que vas al tubo es el embarazo.
Cuando hay un aborto, el bebé compra el billete, lo enseña y pasa por el tubo… pero cuando llega al final… ¡sorpresa!… no hay avión… ¿y ahora qué?… pues aquí me espero.
Así que, cuando viene un bebé después de un aborto, el bebé compra de nuevo su billete, lo enseña y al pasar por el tubo se encuentra a su hermano o hermana esperando en el tubo y como no, lo invita a subir con él al avión.
Dicho de otra forma, si hay un aborto, el inconsciente de ese bebé que no nace no se pierde, y cuando nace el siguiente hermano o hermana, éste hereda el inconsciente del bebé que no llegó a nacer. De nuevo, un cuerpo y dos mentes.
Fantasma o Yacente vertical:
El Fantasma o Yacente vertical se llama así porque viene de arriba hacia abajo. Te pondré algunos ejemplos:
Tus abuelos tuvieron una hija que se llamaba María y falleció siendo niña. Tu padre (hermano de María) cuando tú naces, te pone de nombre María.
Otro ejemplo: Tu abuela materna tuvo un aborto y después no tuvo más hijos.Tú eres su primera nieta.
Para entender los dos últimos ejemplos, te recomiendo ver el artículo “El doble – Parte 2”.Estos tipos de síndrome de Yacente o Fantasma, los vamos a encontrar a través de las
fechas de muerte. Cuando tú eres doble de alguien por su fecha de fallecimiento, y
éste a muerto antes de que tú naces, su inconsciente vive en ti. Es decir, tendrías el fantasma o yacente de este antepasado.
Ejemplo: Tus abuelos maternos tenían un hijo que murió de niño. Se llamaba Pedro y falleció el 3 de noviembre de 1984 con apenas 5 meses. Tú te llamas Juan, pero naces el 6 de noviembre del 2012.
Y el último ejemplo: Tu bisabuela
muere el 3 de septiembre de 1975 y tú naces el 3 de junio de 1980.
Por último, decirte que a veces una persona puede mostrar los síntomas del síndrome de fantasma o yacente, y que éste no se encuentre en el árbol. Podría ser el ejemplo de un familiar que muere en tus brazos. Además, a veces ni siquiera es de la familia, no es lo más común, de hecho es lo menos común, pero puede pasar. Habría que ir a buscar una muerte que viviste de cerca y que te impactó. A veces un accidente en el que te ves envuelto, o un amigo que fallece estando contigo, etc. Como te digo, son los menos habituales.
Una vez más te agradezco el que puedas compartir esta información. Espero de corazón que te sea útil. Gracias.
Los actos simbólicos son como una forma de hablarle a nuestro inconsciente y salir de la jaula mental en donde muchas veces nuestros “programas” nos tienen viviendo.
Para comprender porqué funciona esto, hay que tener en cuenta una de las características del inconsciente: El inconsciente no juzga, es irracional y por lo tanto lo simbólico para el inconsciente es tan real como lo que para nosotros, conscientemente es real.
Por
poner un ejemplo, para nuestro inconsciente es lo mismo que escribamos
una carta a una persona hacia la que sentimos rabia, ira o frustración,
que directamente proyectar la rabia hacia la persona. Igualmente tu
mente suelta la carga, y el beneficio en este caso, es que nuestra rabia
no vendrá de nuevo reflejada, ya que no la hemos proyectado en nadie
“real”.
Voy a seguir dando algunos actos simbólicos que os pueden servir para liberar el síndrome del fantasma o yacente, y también para los dobles.
YACIENTE
Duelo simbólico para cuando hay un síndrome de yacente o fantasma(sobretodo en abortos, o niños que han fallecido):
1.- Compramos una vela (como sabemos para quien es, nos dejamos sentir a la hora de elegirla).
2.- Escribimos en un papel: “Lo siento, yo no lo sabía, por favor perdóname, te amo, gracias”
3.- En
la parte de atrás de ese mismo papel, podemos poner unas palabras
dedicadas a ese ser. Lo más importante es la intención que le ponemos y
que lo hagamos de corazón. Podemos personalizarlo tanto como queramos.
4.- Ponemos la vela en un plato y la encendemos.
5.- Leemos la nota que hemos escrito 3 veces: 1º en voz alta, 2º susurrando, 3º mentalmente.
6.- A continuación quemamos la nota y dejamos las cenizas en el plato hasta que se consuma la vela.
7.- Cuando la vela se ha consumido, cogemos los restos de la vela y las cenizas y los enterramos.
Duelo simbólico para un doble, heredero universal o síndrome de fantasma cuando la persona ha fallecido siendo adulta:
Antes, es bueno darnos cuenta de cómo las vivencias de esta persona, tienen influencia en nuestra vida. Puede que estemos repitiendo patrones de conducta, formas de vivir, miedos, etc. Incluso puede que lo hagamos todo al revés de esta persona (estaríamos entonces reparando). Cuando nos hayamos dado cuenta al menos de algunas cosas que heredamos, empieza este proceso:
1.- Escribimos una carta a esa persona,
en la carta le hablamos de cómo inconscienteme tenemos la tendencia de
repetir sus historias, o repararlas. Le hablamos también desde nuestro
corazón, como si tuviesemos una conversación con esta persona, le
podemos hablar de lo que sintamos. Nos dejamos fluir, que hable nuestro
corazón.
2.- Terminamos la carta con este texto o algo parecido que sintamos:
“Gracias
por todo, gracias por todos los programas, conflictos e historias que
heredo de ti (aquí lo podríamos personalizar), hasta ahora me sirvieron,
pero YO NO SOY TÚ. Ya no necesito seguir duplicando o reparando tus
programas, conflictos e historias. Acepto la vida tal cual se me ha dado
y a partir de ahora sigo yo, para hacer de mi vida lo que yo desee
hacer. Me libero como un acto de amor, ya que al liberar los programas,
también te libero a ti y al clan. Gracias.”
Aquí hay muchas frases que podríamos utilizar, a mi me gusta mucho esta de mi amigo Miguel Ángel Marín Millán,
para mi un maestro de la pedagogía sistémica, entre otras cosas.
Imaginemos que estamos siendo fieles a una abuela que no pudo vivir una
relación de pareja feliz, le diríamos: “Abuela,
mírame con buenos ojos, si yo me permito vivir feliz en pareja. Y en la
medida que yo me lo permito, también tú a través de mi, puedes sanar
esa relación”.
3. también utiliza esta otra frase: “Abuelo,
dejo contigo (aquí ponemos la experiencia que yo repito) asumiendo que
tú eres mucho más grande que yo. Tú puedes con eso. Yo sólo puedo tomar
la vida que me llega de ti y hacer algo útil hacia la vida que sigue,
también en tu memoria. Te honro y te doy un buen lugar en mi corazón.
Gracias por liberarme de esto.”
Os recomiendo utilizar la que más os llegue, o que lo hagáis incluso con vuestras palabras.
Una vez que tenemos la carta escrita, la quemamos y las cenizas las enterramos junto a una semilla. Mi
recomendación es hacerlo en la naturaleza, pues el simbolismo es mayor
(es algo que entrego a la vida, al universo o como queráis llamarlo), y
la semilla que plantemos si es de alguna planta o flor que es
significativa para nuestra familia, para esa persona a la que escribimos
la carta o para nosotros, mejor.
El inconsciente entiende algo así: Estos
programas son quemados, ya no viven en mí. Como no están vivos en mi,
los entierro, y planto una semilla que simboliza una nueva vida que nace
a partir de este acto de amor.
Es importante comprender, que esto lo hacemos desde el amor, cuando lo hacemos desde el miedo no sirve para nada más
que para crear más miedo. También es importante darnos cuenta de que no
somos los salvadores de nadie, esto no lo hacemos por ellos, no somos
los “elegidos”, ni los “héroes”, no dejemos que nuestro ego nos cuente
eso. Esto lo hacemos por nosotros mismos, y teniendo en cuenta siempre
que ellos son los grandes y nosotros los pequeños, es decir, que nuestro
sentimiento de agradecimiento a la vida que se nos ha dado, siempre
tiene que ir por delante, más allá de cómo haya sido.
Por supuesto, estos actos son mucho más significativos si hemos tomado conciencia de lo que heredamos. Yo recomiendo antes de hacerlos tener una consulta sobre tu árbol,
pues eso nos puede ayudar a comprender muchas más cosas. No obstante,
lo pongo aquí para que quien lo desee de corazón lo pueda hacer.
Gracias por seguirme. Un abrazo de corazón.